Constituimos comunidades tanto de obra nueva como de edificios en funcionamiento desde hace más de 50 años. Este primer paso define el funcionamiento futuro de la comunidad. Por eso, es importante que sea un administrador de fincas, colegiado, quien lidere esta etapa y ayude a forjar el espíritu común tan necesario en una comunidad.

Las comunidades son entidades cada vez más complejas. El marco regulatorio y fiscal cada vez es más extenso y complejo. Interpretar la Ley y hacerla cumplir es esencial para su buen funcionamiento. Asimismo, cuestiones como la protección de datos o las declaraciones de impuestos, entre otras, deben ser tenidas en cuenta. No hacerlo puede derivar en responsabilidades para sus propietarios.

La planificación económica es el motor de una comunidad. Elaboramos presupuestos, balances y cuentas anuales de forma detallada, revisión de presupuestos, gestion de cobros y pagos, reclamación de saldos pendientes o impagos. Nosotros nos encargamos de la gestión económica.

El papeleo, esa labor tan ingrata y, a la vez, tan necesaria. Nosotros nos encargamos de ello: redacción de convocatorias y actas, asistencia a juntas de propietarios, elaboración y custodia de documentación legal y contable, así como asesoramiento general para cuestiones comunitarias, son parte de nuestro día a día.

En cualquier entorno social se producen problemas y discrepancias entre sus miembros. En las Comunidades también existen problemas. Por ello, es importante analizar las situaciones que se producen y buscar una solución apropiada. Para ello, ofrecemos un servicio de mediación entre propietarios.

Los edificios y sus instalaciones también requieren de un mantenimiento que hay que gestionar. Coordinamos reparaciones y programamos los mantenimientos apropiados según las instalaciones de cada edificio.

Algo tan importante debe planificarse. Para ello contar con un Administrador es fundamental. Cada problema debe estudiarse de forma detallada e individualizada.