Antes de cambiar de contratista o empresa de servicios
En estos tiempos de dificultades económicas, se revisan continuamente los gastos en busca del menor coste posible, y se piden presupuestos alternativos. Después de haber tenido múltiples experiencias al respecto, podemos afirmar que ese ahorro fácil luego no siempre se corresponde con las expectativas, y deriva en problemas no calculados anteriormente.
Cuando una empresa de servicios tiene una larga experiencia en una Comunidad, conoce las peculiaridades del edificio, averías más comunes, reparaciones anteriores, tiene contacto fluido con proveedores, etc. Es por ello que todo ese conocimiento (el conocido "know-how en el sector industrial) hay que valorarlo y ponderarlo antes de cambiar de proveedores de servicios.
Cuando alguien nos trae un presupuesto con una mejoría económica insignificante, ni lo contemplamos como alternativa ya que la experiencia nos demuestra que luego el tiempo de adaptación necesario para adquirir ese "know-how" puede no compensar la ventaja económica esperada. También es frecuente que un presupuesto esté mal calculado y que eso acabe repercutiendo en el servicio, anulando las esperadas ventajas del cambio de compañía. Y la buena relación con la empresa que lleva años prestando servicios puede sacarnos de más de un apuro o urgencia.
Es por todo ello que cuando alguien trae un presupuesto alternativo, siempre aconsejamos que valoren todas las ventajas e inconvenientes de cambiar de suministrador de servicios, ya que, si estamos contentos con el proveedor actual pero únicamente queremos reducir costes, probablemente no compense el cambio. También existe la posibilidad de dialogar con la empresa actual y buscar alternativas para reducir gastos.
Nuestra recomendación, por tanto, es cambiar únicamente de contratista cuando la diferencia económica sea importante y, además, tengamos buenas referencias de esa empresa o profesional.